El mes de octubre toma un significado muy especial, sobre todo para las mujeres, es una época del año en donde se hace más conciencia que en ningún otro mes sobre el cáncer de mama: su prevención y tratamiento para hacer que mujeres no se conviertan en víctimas de un mal silencioso que ha ido a la alza, sin embargo, aunque el emblema de esta enfermedad sea un listón en color rosa alusivo al género femenino, es un mal que también afecta a los hombres, mismos que representan sólo el 1% del total de los diagnósticos.
Seguramente te preguntarás: ¿Pueden los hombres contraer cáncer de mama? La respuesta es sí. Aunque el cáncer de mama es una enfermedad generalmente asociada con las mujeres, los hombres también la pueden padecer, y debido a que el cáncer de mama masculino es poco común, hay información muy limitada sobre cómo tratar a los hombres diagnosticados con esta enfermedad, por lo que a falta de más y mejor información para guiarnos, tendríamos que recurrir al mismo diagnóstico que el de las mujeres ante la sospecha de padecer cáncer de mama, aunque la mayoría de las prácticas de autoexploración incluyen también la detección de anomalías en el cuerpo del hombre.
Factores de riesgo ante el cáncer de mama
Aunque los hombres no desarrollamos glándulas mamarias como la mujer, sí compartimos algunos factores de riesgo similares que pueden originar cáncer de mama: altos niveles de exposición a los estrógenos, antecedentes familiares de la enfermedad y un historial de exposición de radiación al tórax. Sin embargo, los hombres con obesidad, cirrosis y síndrome de Klinefelter son más propensos a aumentar sus niveles de estrógeno, condiciones que pueden desencadenar factores de riesgo para el cáncer de mama masculino.
Los hombres que padecen una mutación BRCA (un cambio en un gen que los predispone al cáncer de mama) corren un mayor riesgo también aunque sus probabilidades de desarrollar cáncer son todavía bajas (solo alrededor del 5% al 6%), los hombres con una mutación en BRCA2 tienen un riesgo 100 veces mayor de desarrollar cáncer de mama que los hombres en la población general, por lo que es importante saber antecedentes de cáncer de mama en la familia para descartar una predisposición genética.
¿Por qué es tan mortal?
Muchos hombres piensan que al tener senos más pequeños que las mujeres, cualquier anomalía física sería detectada a tiempo o en una fase temprana, sin embargo no es así: el hecho de que los hombres y sus médicos no sospechen que un tumor o protuberancia en el pecho sea cáncer deriva en al menos 500 muertes al año, según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos.
Los primeros síntomas de cáncer de mama en los hombres se dan a través de protuberancias indoloras que se pueden sentir: bultos que se pueden desarrollar en cualquier parte del pecho, pero a menudo se encuentran debajo del pezón y de la areola, justo en el centro. Debido a que los hombres no se hacen mamografías con regularidad, el cáncer de seno puede descubrirse después de que una lesión localizada en el área del pecho o tórax, como una caída o un trauma menor en la pared torácica, los obliga a realizarse estudios que sacan a la luz el tumor cancerígeno que muchos hombres no sabían que padecían.
Además, otro factor que convierte al cáncer de mama en los hombres en un padecimiento mortal es la edad media en la que se diagnostica: ya que muchos hombres son aquejados por este mal en una edad de cinco a diez años por encima del promedio que las mujeres, es decir, entre los 60 y 70 años.
Un tratamiento sin distinciones
Cuando se le detecta cáncer de mama a n hombre, las opciones de tratamiento son similares a las de las mujeres: mastectomía (cirugía para extirpar el seno) o en algunos casos tumorectomía, radiación, quimioterapia, terapias dirigidas y terapia hormonal. Los tratamientos farmacológicos hormonales incluyen el tamoxifeno, un modulador que regula la cantidad de estrógeno (SERM) e inhibidores de la aromatasa, que bloquean la producción de estrógeno a partir de los andrógenos, como la testosterona.
La lucha contra el cáncer de mama no es sólo una cuestión de mujeres, sino de hacer que los hombres tomemos conciencia sobre este mal que puede afectarnos también, y así solidarizarnos con un padecimiento que sólo pensamos era único del sexo femenino.
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